¿Eres de esas personas que aprietan el botón Snooze del despertador todas las mañanas? ¿Llegas al trabajo con cara de Zombie y hasta que no te tomas un café no te activas? En este artículo te proponemos 7 hábitos matutinos que te transformarán en una persona mucho más productiva el resto del día.
Si
piensas que no vas a ser capaz de llevar esta rutina durante mucho
tiempo, no te preocupes, inténtalo durante 30 días y verás que no
querrás volver a tu rutina anterior. ¡Adelante, comenzamos con el punto número uno!
1. Despiértate 20 minutos antes.
Está comprobado que el rendimiento de una persona es mucho mayor por las mañanas que
por las noches. Aunque pueda resultar duro al principio, es mejor
despertarse todas las mañanas 20 o 30 minutos antes, aunque sea a costa
de acostarse más temprano.
Estos
20 minutos pueden generar un gran rendimiento si se aprovechan de forma
eficaz: conseguirás activar tu cuerpo y tu mente, tener un día más
productivo y ser un poquito más feliz. Podrás hacer un poco de
ejercicio, meditar sobre los objetivos del día y disfrutar adecuadamente
del desayuno.
La
Universidad de Toronto realizó un estudio en 2013 publicado por la
revista Emotion que reveló que los madrugadores reportan mayores niveles
de satisfacción, bienestar y productividad. Esto se debe a que su reloj biológico se adapta más rápido a las actividades sociales posteriores.
Y es que ya lo decían nuestros abuelos: “A quién madruga dios le ayuda”.
2. Despierta con música.
La
mañana es la parte del día en la que nuestro organismo está más
predispuesto a la estimulación de nuestro entorno, es por ello que las
mañanas son un buen momento para meditar, reflexionar y escuchar música
. Muchos estudios revelan que escuchar música tiene grandes beneficios en nuestro desarrollo personal.
Despertarse todas las mañanas con música potencia el razonamiento abstracto, mejora la capacidad de aprendizaje y reduce la ansiedad.
Casi todos los estilos musicales aportan dichos beneficios, pero la
música instrumental y la música clásica son las más avaladas por los
estudios de universidades de todo el mundo.
3. Haz la cama todos los días.
Aunque
parezca algo trivial, hacer la cama todos los días es un hábito muy
beneficioso. Las madres no son las únicas que opinan esto, los cuerpos
militares dan buena fe de ello y es lo primero que hacen todas las
mañanas.
Y esto tiene un sentido lógico, y así es como lo explicó en la Universidad de Texas el Almirante McRaven (de la Marina de los Estados Unidos):
“Si
haces la cama todos los días, estarás despertando continuamente con una
tarea cumplida. Esto aporta un pequeño sentimiento de orgullo que te
empujará a realizar la siguiente tarea y la siguiente después de esta”
Al
final del día, podrás comprobar como una pequeña tarea completada se
habrá convertido en muchas tareas completas. Además, hacer la cama,
refuerza el hecho de que las pequeñas cosas también importan”
Aquí podéis ver el video del Speech completo
4. Prepara la ropa que te vas a poner la noche anterior.
Uno de los factores que más hacen procrastinar a las personas por las mañanas es el
no saber qué ropa se van a poner ese día. Nos hace quedarnos en la cama
más tiempo del necesario, vagueando y dándole vueltas a la cabeza sobre
qué nos vamos a poner. Por este motivo es muy importante prepararse la ropa la noche anterior. Despertarás y no tendrás excusa para vestirte y comenzar con energías la mañana.
5. Haz un poco de ejercicio.
Si acostumbras a tu cuerpo a hacer un poco de ejercicio todas las mañanas, el cuerpo se acostumbrará a activarse y prepararse para el día antes de la hora en la que suene el despertador.
Tendrás un despertar menos traumático y más enérgico. Las hormonas se habrán preparado para la regulación sanguínea y el bombeo del corazón, de este modo también evitaremos complicaciones cardiacas.
Y por si esto fuera poco, también tendrás todos los beneficios adicionales que tiene el hacer ejercicio a cualquier hora del día y que ya de sobras conoces.
6. Relájate y medita sobre las tareas del día.
Después
de haber realizado un poco de ejercicio, tómate 10 minutos, relájate y
piensa en las tareas que tienes que realizar a lo largo del día.
Hacer una priorización mental o en una checklist de las tareas diarias, te ayudará a mantener los objetivos a la vista
Ahora que ya te has relajado y organizado, es momento de ducharse, vestirse y tomar un desayuno sano que te recargue de energía.
7. No enciendas el móvil hasta después de haberte duchado, vestido y desayunado.
Ya estás listo para
enfrentarte a un nuevo día. Puedes encender tu móvil y comenzar con tu
rutina, notarás que estás más fresco, con más energía y con ganas de
comerte el mundo. No enciendas el móvil hasta este momento ya que es una fuente de distracciones que te hará olvidar tu objetivo.
No
olvides que ya has completado las primeras tareas del día, ahora solo
es cuestión de continuar completando tareas, al final del día te darás
cuenta de lo productivo que has sido.