Puedes pensar que la vida está llena de sinsabores, de tristezas y de malos momentos...
Pero la vida puede ser bella si aprendes a mirar con buenos ojos lo que tienes por delante.
Hay muchos motivos por los que estar feliz, abre tus ojos, comienza a contar tus bendiciones… y camina con la cabeza bien alta, eres una mujer maravillosa.
Sonríe, la vida es bella
Dios nos ha rodeado de tanta belleza que tan sólo necesitamos abrir los ojos para comprobarlo: el cielo tan lleno de estrellas, un bebé que sonríe despreocupado…
Enfrenta tus días con los ojos abiertos a las cosas buenas:
levantándote cada mañana y diciendo “¡gracias Señor!”… ¡Sobre todo porque te ha regalado otro día más para vivir!
Trata de hacer de tu día algo positivo y bello, y no dejes que el estrés o los problemas te abrumen.
Sonríe a la tristeza, levanta la cabeza y camina como con seguridad, que el mundo está a tus pies.
Hay personas que viven en completa amargura y nunca te darán una frase de aliento (todo lo contrario, seguramente te criticarán. No verán tus cualidades sino solamente tus defectos).
A esa clase de personas demuéstrales lo segura y fuerte que eres! Demuéstrales lo feliz que eres, con toda esa autoestima que sube más allá de las nubes…
No dediques las noches a pensar en tus problemas.
Tenemos la mala costumbre de llevar todos nuestros problemas a la cama, y eso no nos ayuda en nada.
Debes descansar, reconociendo que tienes el día a día para solucionar tus problemas.
Piensa en cosas positivas...
Sobre todo, piensa en aprovechar cada minuto que pasa, porque el tiempo se va y no regresa.
Y no olvides que tu cuerpo necesita del descanso, del ejercicio y del buen trato… así que no lo lastimes quedándote en desvelo pensando en cosas que muchas veces no tienen solución.
Llénate de propósitos y de buenos sentimientos.
Haz de tu hogar un lugar maravilloso: llénalo de luz y de energía positiva.
Verás que así cada día te sentirás mejor.
Y finalmente, dale gracias a Dios por todo lo que tienes y sonríe, que eso te dará fuerzas y felicidad.